Creciendo entre Perros

Beneficios de Crecer con Perros y Gatos: Cómo Mejoran el Desarrollo Físico, Social y Emocional de los Niños

septiembre 16, 2024
, 7:50 am
, Bebé en movimiento, Con el bebé, Crianza multiespecie, Lenguaje y Estrés, Perros y bebés, Perros y niños

Descubre los beneficios de que los niños crezcan con perros y gatos. Aprende cómo mejoran su desarrollo físico, emocional y social para una infancia equilibrada y saludable.

Soy Tamara Hernán, especialista en crear buenas convivencias entre perros y niños desde la preparación antes del nacimiento del bebé y pasando por los periodos más delicados de la adaptación y desarrollo del niño/a.

Mi especialidad es la Crianza Multiespecie y hoy estoy aquí para contarte los beneficios derivados de la convivencia entre perros (y gatos) con niños que la ciencia ha podido demostrar.

La convivencia entre perros y/o gatos y niños es mucho más que momentos de juego y compañía. Vivir con estos compañeros de cuatro patas tiene un impacto profundo en el desarrollo físico, social y emocional de los niños. Al interactuar de manera cercana con los animales, los niños no solo aprenden lecciones de empatía y responsabilidad, sino que también disfrutan de beneficios psicofisiológicos que fortalecen su salud mental y bienestar físico. En este artículo, descubrirás cómo crecer con perros y gatos puede contribuir a un desarrollo infantil más saludable y equilibrado.

Todos estos beneficios están respaldados por numerosos estudios científicos que poco a poco se van haciendo por la creciente tendencia en el mundo de las familias multiespecie.

Pero no todos los beneficios que existen están estudiados. Me encargaré de irte actualizando según vayan apareciendo.

Por su puesto, estos beneficios no ocurren siempre aunque sí hay un factor de prevalencia:

💚 Que el animal no sufra estrés por la llegada y convivencia con un peque para que se puedan favorecer los futuros lazos entre ambos.

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1. Fomentan la Empatía y el Cuidado por los Seres Vivos

Uno de los principales beneficios de que los niños crezcan con perros es el desarrollo temprano de la empatía. Al convivir con un ser vivo que tiene emociones, necesidades y comportamientos propios, los niños aprenden a reconocer el estado emocional de otro ser, a preocuparse por su bienestar y a comprender cómo sus acciones impactan en el animal.

Cómo ocurre este aprendizaje:

Interpretación de emociones: Los niños aprenden a interpretar el lenguaje corporal y las señales emocionales de los perros, lo que les ayuda a entender mejor las emociones humanas.
Cuidado diario: A través de tareas como alimentar o cepillar al perro, los niños experimentan lo que significa cuidar a otro ser vivo, lo que refuerza su sentido de responsabilidad y compromiso.

Este desarrollo emocional también sienta las bases para relaciones más sanas y respetuosas con otras personas, ya que los niños que son más empáticos tienden a ser mejores compañeros, amigos y miembros de la comunidad.

2. Fomentan la Responsabilidad desde una Edad Temprana

El cuidado de un perro implica responsabilidades diarias, y es una excelente oportunidad para que los niños se involucren en estas tareas. Al asumir pequeñas responsabilidades, los niños desarrollan una mayor autonomía y comprensión del esfuerzo necesario para cuidar a otro ser.

Tareas en las que puedes involucrar a los niños:

Participar en la puesta de comida y rellenar el agua fresca todos los días.
Participar y/o encargarse (según la edad) en entregar un masticable o preparar un juguete rellenable antes de ponerse a jugar en el suelo para que el animal se entretenga.
Salir a pasear con el perro con un adulto y respetar los ritmos y necesidades del perro.
Ayudar a recoger las cacas del arenero del gato con una bolsa (y de paso practicas motricidad fina y coordinación ojo-mano)

Involucrar a los niños en estas responsabilidades cotidianas (que pueden ser menos motivantes y poco divertidas para algunos) les enseña la importancia de la constancia, a sentirse capaces y útiles además del trabajo en equipo dentro de la familia.

3.Contribuyen a una Mejor Salud Infantil

En contra de lo que se cree, numerosos estudios confirman que la convivencia temprana reduce el riesgo de asma, eccema, otitis... Recientemente (en España) se ha investigado que NO suponen un riesgo zoonótico para niños inmunodeprimidos.

La Ciencia Avanza:

Todos estos son solo algunos de los estudios científicos más recientes al respecto de la salud infantil de los niños que conviven con perros o gatos, pero aún queda mucho por descubrir, ¿no crees?.

4.Beneficios en las Habilidades Cognitivas

El aprendizaje cognitivo es impulsado por la estimulación en la convivencia con el perro. Estar en calma leyendo cerca del perro, aprender canciones con vocabulario relacionado con el perro, pintando y coloreando a su perro/gato...etc.

Fomentando experencias nutritivas para ambos:

Leyendo un cuento cerca del perro es un ambiente relajado ideal para fomentar buenas experiencias juntos.
Pintando y coloreando un dibujo en el que aparezca el animal (o cualquier dibujo)
Aprendiendo y/o inventando canciones que tengan que ver con la vida cotidiana junto al perro
Señalando las partes del cuerpo y aprendiendo el vocabulario en diferentes idiomas.

Existen multitud de recursos educativos en los que los animales son los protagonistas de la actividad de una manera figurada y sin necesidad de interacción directa con el perro o gato. Esto es ideal sobre todo cuando el perro o gato aún no están preparados para interactuar.

5. Beneficios para la Salud Física

Los animales son una fuente de estimulación psicomotora para los peques. Las actividades cotidianas con perros y gatos motivan la motricidad gruesa y fina. También, tienen más oportunidades de pasear y conectar con la naturaleza. Esto ayuda a los niños a mantenerse activos y a desarrollar una relación positiva con el ejercicio.

Impacto en la salud física:

Juego activo: El tiempo de juego con un perro, ya sea en casa o al aire libre, fomenta el ejercicio diario.
Desarrollo motor: Caminar y corretear con el perro mejoran las habilidades motoras gruesas y la propiocepción de los niños.

Según este estudio, mantener una actividad física regular en la infancia también previene enfermedades crónicas en edad adulta de los niños que conviven con perros

6.Efectos Psicofisiológicos

La relación y vínculo afectivo que se genera entre los niños y sus perros o gatos no solo fortalece su bienestar emocional, sino que también tiene efectos positivos a nivel psicofisiológico. Los animales actúan como una fuente de apoyo emocional, ayudando a reducir el estrés y la ansiedad.

Menor Estrés:

Regulación del cortisol: Según este estudio, los escolares pueden beneficiarse de una reducción en su cortisol por el simple acto de acariciar a un perro o gato puede reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y aumentar la producción de oxitocina (conocida como la «hormona del amor») de los niños que acarician a perros o gatos, que promueve sentimientos de calma y bienestar.
Estabilidad emocional: Para los niños, tener una relación constante con un animal puede ofrecerles estabilidad emocional en momentos difíciles, como cambios familiares o la pérdida de un ser querido. La convivencia con un animal les puede proporcionar una fuente de consuelo y seguridad.
Reducción de la presión arterial: Está comprobado que interactuar con animales reduce la frecuencia cardíaca y la presión arterial en personas de todas las edades, contribuyendo así a un estado de mayor tranquilidad física y mental.

Para que se puedan dar estos beneficios es imprescindible que dichas interacciones sean voluntarias y bien recibidas por ambos.

7.Valores para toda la Vida

Crecer con perros y gatos no solo fomenta habilidades y cualidades de corto plazo en los niños, sino que también les inculca valores fundamentales que los acompañarán a lo largo de su vida. La convivencia diaria con animales enseña lecciones que trascienden la niñez y forman una base sólida para convertirse en los adultos conscientes y empáticos que cuidarán de los animales y de la naturaleza.

Valores clave que los niños aprenden:

Respeto por los seres vivos y por si mismo: Los niños que crecen en un entorno multiespecie desarrollan un profundo respeto por la vida animal. Aprenden que cada ser tiene sus propias emociones, necesidades y derechos, lo que les ayuda a construir una visión más inclusiva y respetuosa del mundo y más consciente sobre sí mismos, siendo así niños y adultos con mayor autoestima al sentirse válidos, capaces y no juzgados.
Compromiso y lealtad: La relación con un perro o un gato implica un compromiso diario. Este sentido de responsabilidad a largo plazo ayuda a los niños a entender la importancia del compromiso y la lealtad, cualidades que serán esenciales en sus futuras relaciones y proyectos.
Paciencia, Generosidad y Comprensión: Convivir con animales enseña a los niños que no todo sucede de inmediato. Los perros y gatos tienen sus propios ritmos y necesidades, lo que ayuda a los niños a ser más pacientes y a entender que el cuidado de otros seres requiere tiempo y dedicación.

Estos valores no solo son beneficiosos durante la infancia, sino que forman la base de adultos más empáticos, comprometidos y responsables, cualidades que son esenciales para una convivencia más armoniosa, tanto con animales como con personas y con el entorno en el que viven.

👍🏼 Desde mi especialización en la Crianza Multiespecie® como Educadora Canina y Felina, puedo asesorarte para que disfrutes de tu maternidad junto a tu perro y/o gato sin sustos ni sin tener que renunciar a su bienestar.

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