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¿Cómo elegir un buen educador canino para familias con perros y niños? (Y por qué una sesión suelta no basta)

Elige al educador canino adecuado para preparar a tu perro antes de la llegada del bebé. Descubre las 8 preguntas que debes hacer.

Tendría un sobresueldo bastante majo si me dieran 1€ cada vez que una familia me dice:

“Queremos una sesión para que mi perro esté bien con el bebé”,

La realidad es que la llegada de un bebé no se resuelve en 60 minutos.
Pensar que una sola sesión basta es como creer que con ver un vídeo de parto ya estás preparad@ para dar a luz o que es suficiente con leer un libro para que la crianza de tu peque sea pan comido.

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Soy Tamara Hernán, especialista en crear buenas convivencias entre perros y niños desde la preparación antes del nacimiento del bebé y pasando por los periodos más delicados de la adaptación y desarrollo del niño/a.

Mi especialidad es la Crianza Multiespecie®️ y hoy quiero ayudarte a elegir un buen educador canino. Porque cuando hay peques y bebés por medio, el margen de error debe ser cero.

¿Cómo elegir un buen educador canino para familias con perros y niños?

9 meses para crear una vida.

10 pasos para preparar a tu perro.

Descubre los 10 pasos para que tu perro se adapte con tranquilidad a la nueva vida con tu bebé.

1. No lo digo yo sola: la evidencia científica lo respalda.

Un estudio reciente (And Child Makes Four: The Impact of a New Child on Dog-Owning Families, Kogan et al., 2024) muestra que la llegada de un hijo genera en los padres sentimientos de culpa y estrés por los cambios en la convivencia con el perro.

Además, se observa que cuando no hay preparación previa, los problemas de comportamiento del perro se intensifican.

En cambio, una planificación estructurada reduce el riesgo de ansiedad, agresividad redirigida y conflictos en casa.

Dicho de otro modo: no es cuestión de “adiestrar” al perro en una hora, sino de integrar cambios progresivos en su día a día con tiempo y acompañamiento.

El problema no es “no saber”, sino pretender resolverlo en un momento puntual.

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2. Cuando elegir mal duele (caso real)

“Le dimos una oportunidad… parecía profesional.”

(CASO REAL)

Sesiones presenciales cada 15 días.
Ejercicios con el perro.
Una lista de tareas.
 Y promesas de que todo mejoraría.

Pero el bebé nació…
 …y lo que necesitaban no era una lista de ejercicios, sino alguien que les acompañara cuando el perro empezó a hacer cosas que les dio miedo.
Alguien que les dijera:
“Tranquilos, esto tiene sentido. Vamos a sostenerlo junt@s.”

Pero ese alguien… no estaba.
 Y ellos se quedaron solos.  Con su perro encerrado y ellos sintiéndose culpables.

Perdidos. Desbordados.

Me encontraron desesperados.
 Y sí… hubo final feliz. Tras un proceso duro, pero acompañados y entendidos como necesitaban.

Lo veo más veces de las que me gustaría.
Y muchas menos de las que sé que pasa.
Porque la mayoría pierden la esperanza. Les vence el miedo.

Por eso lo cuento aquí.
Porque elegir mal duele.
Y puede marcar una diferencia que os acompañará durante muchos años.

3. Cómo trabajamos en Crianza Multiespecie

“Si no vienes a ver a mi perro en persona… ¿cómo vas a ayudarme?”

Es una de las frases que más escucho.
 Y, créeme, en familias con perro y bebé… la respuesta cambia todo.

Así es como lo hacemos nosotr@s:

No buscamos que tu perro “se porte bien”.
 Buscamos que se sienta bien, que te sientas sostenid@ en cada dificultad, empoderad@ para conseguir tus logros porque tú tengas las herramientas y conocimientos precisos adaptados a tu caso y que la convivencia con tu bebé fluya con la tranquilidad y la seguridad de saber que lo estás haciendo bien en cada momento.

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4. Las 8 preguntas que deberías hacer a un profesional antes de confiarle tu caso.

Para evitar decepciones, gastos innecesarios y riesgos para tu perro o tu bebé, aquí tienes un checklist práctico de 8 preguntas clave:

  • ¿Esto se puede hacer online y tiene que ser presencial?

    Si responde que sí sin conocer tu caso, mal empezamos. El comportamiento del perro (y el tuyo) cambia con personas externas delante. Lo presencial no siempre suma.

  • ¿Puedo contactarte si pasa algo entre sesiones?

    El día de la presentación, un comportamiento que te asusta o una duda urgente…¿Quién te sostiene si no hay seguimiento real entre sesiones?

  • ¿Me enseñarás a entender a mi perro o solo tú trabajas con él?

    Tú vas a estar 24/7 con tu perro. No necesitas a alguien que lo “arregle”, sino a alguien que te enseñe a acompañarlo.

  • ¿Qué collar y correa me recomiendas para pasear?

    Si te habla de collares porque “así no tira tanto” o correas cortas como norma, cuidado. El control físico nunca sustituye la gestión emocional, la comodidad ni la confianza mutua.

  • ¿Cómo adaptas las recomendaciones según evoluciona el bebé y cambian las rutinas familiares?

  • ¿Trabajas con obediencia, con premios o cómo enfocas el proceso?

    Si solo menciona “refuerzo positivo” o trucos, pregúntale: ¿Y las emociones del perro? ¿Y si no obedece? ¿Cómo trabajas la autoregulación y la frustración?

  • ¿Qué límites pones como profesional?

    (por ejemplo, cuándo consideras necesario derivar el caso a otra especialidad)

  • ¿Puedes explicarme un caso similar que hayas acompañado y cuál fue el resultado?

    Si no puede mostrar procesos reales o ponerte en contacto con otras familias, puede que no tenga tanta experiencia en esta especialidad como dice.

5. Por qué una sesión suelta no basta

La convivencia entre tu perro y tu bebé es un proceso vivo que atraviesa varias fases:

  • El embarazo y los primeros cambios en casa.
  • Los primeros días tras el parto.
  • La adaptación del recién nacido.
  • La etapa de bebé en movimiento (gateo, exploración, primeros pasos).

Una sola sesión no puede:

  • Detectar señales de estrés progresivo en el perro.
  • Hacer seguimiento de rutinas que cambian con cada etapa.
  • Ajustar pautas según evoluciona el bebé y se transforma la dinámica familiar.

Pretender cubrir todo esto en 60 minutos es dejar a tu familia expuesta a improvisar en los momentos más vulnerables.

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6. Consejos prácticos para una verdadera preparación.

  • Empieza cuanto antes

    El mejor momento para empezar a preparar a tu perro es durante el embarazo. Así no todo llega de golpe y tienes margen para hacer cambios graduales.

  • Piensa en un proceso, no en una sesión.

    Busca programas que incluyan seguimiento y adaptación por etapas. Lo que aprendes en el embarazo no es lo mismo que lo que necesitarás cuando tu bebé empiece a gatear.

  • Evita las soluciones exprés

    No se trata de “adiestrar” a tu perro en comandos ni de controlar su comportamiento para que “se porte bien”, sino de acompañar una transición vital. La convivencia segura no depende de un truco, sino de construir rutinas y confianza.

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Si tuviera que darte un único consejo:

No improvises en el momento más delicado y vulnerable de vuestra vida.

Solo 2 veces al año reunimos a un grupo de familias para comenzar un acompañamiento 100% individual junto a 8 profesionales certificados con la metodología ya validada por más de 600 familias.

Abril y Octubre son los meses de inicio de este programa diseñado para familias comprometidas con el bienestar del perro, su relación con él y la seguridad de sus peques.

¿Eres tú una de ellas? Pincha en la imagen y descubre el único programa que sostiene a toda tu familia en el proceso vital más memorable y vulnerable de tu vida.

Y recuerda que a partir del 15 de octubre estará en librerías mi libro (YA EN PREVENTA)

CRECIENDO ENTRE PERROS: Manual práctico para lograr una convivencia segura entre perros y niños desde el embarazo y durante toda la infancia.

Una guía pensada para que nunca más tengas que elegir entre tu perro y tu bebé, sino para que aprendas a crecer con ambos, paso a paso.

Si eres Profesional Canino y la especialidad Perros y Niñ@s te interesa 👇🏼

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