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¿Es cierto que tu perro puede saber que estás embarazada?
Las redes sociales y los medios de comunicación están llenos de imágenes y titulares que romantizan y humanizan el comportamiento de los animales, creando falsas expectativas en las mujeres que van a ser madres. En muchas ocasiones se siguen argumentando mitos y cuestiones desactualizadas respecto al comportamiento animal que pone en serio riesgo el futuro de la convivencia de perros y gatos en hogares donde pronto vivirá un bebé. Incluso muchas de esas fotos son montajes o han sido hechas con perros entrenados para realizar un determinado comportamiento. No saber entender la comunicación de los perros que conviven con bebés y/o niños/as es uno de los mayores factores de riesgo de que se pueda producir una agresión.
En este post vas a descubrir si esta creencia es mito o realidad. Y quiero que sepas que aunque siempre hablo de perros, en este caso aplica también para la especie felina.
Pero antes, quiero contarte quién soy.
Mi nombre es Tamara Hernán. Soy enfermera veterinaria y educadora canina y felina especializada en la convivencia entre animales y niños. Y te aseguro que escribo desde la más rigorosa actualización y base empírica.
Convivir con 2 perros, 2 gatas y un niño me llevó a crear mi propia metodología y conceptualización de la Crianza Multiespecie®️ para poder ayudar a las familias en mi misma situación a tener convivencias seguras y tranquilas en todas sus etapas, promoviendo la responsabilidad y el respeto con el objetivo de reducir las agresiones, conflictos de convivencia y el abandono por estos motivos. Hasta ahora, ya son más de 2000 familias las que han mejorado su convivencia entre perros y/o gatos con niños/as a través de mi academia online, sesiones privadas, ponencias y charlas.
Dicho esto, estoy segura de que con en este post encontrarás la respuesta al porqué tu perro o gato ha cambiado (o no) desde que estás embarazada.
Creer que un perro o gato conoce el proceso biológico de la concepción humana es una forma de humanizar su cognición.
Es una idea muy romantizada pero tiene algo de verdad.
Gracias a sus poderosos sentidos, los perros pueden oler nuestros cambios hormonales e incluso pueden llegar a sentir los latidos del bebé y sus movimientos cuando están cerca de la tripita.
Hasta aquí todo bien. Pero pensar que el perro sabe que estás embarazada es humanizar al animal y su cognición, ya que no conocen el proceso biológico de la concepción del ser humano.
No, rotundamente no.
Debido a que el olfato es el principal sentido mediante el que los perros conocen el mundo (para los gatos es el segundo tras el oído) tu perro o gato se dará cuenta de que hueles diferente, ya que gracias al órgano vomeronasal que comunica paladar con las fosas nasales, los perros y los gatos pueden identificar sustancias químicas en las partículas olfativas que pertenecen por ejemplo a las hormonas.
En este aspecto, hay perros y gatos que se muestran más cercanos y mimosos y otros que se distancian.
Si tu perro está más pegado a ti desde que estás embarazada no te asustes, pero tampoco te hagas ilusiones. Lo mejor es que sepas cómo se comportan los perros cuando estás embarazada
Un perro o un gato puede cambiar su forma de relacionarse contigo si siente un cambio en tu olor y/o estado emocional, comportamental e incluso de salud.
Cuando estás embarazada es frecuente que durante el primer trimestre aparezcan síntomas típicos y ocurran cosas nuevas. Tu perro o gato perciben que te comportas diferente:
El Error de creer que los animales saben que estás embarazada incluso antes que tú es que se cree que por no tienes que hacer nada especial para su preparación y presentación con el bebé.
Es por esto que según el tipo de vínculo de apego que tengas con tu animal y según su sensibilidad, puede sentirte más vulnerable y querer mostrarse más cercano ya que la ciencia ha demostrado a través de sendos estudios que los perros reconocen nuestras emociones y que pasar tiempo con nuestros animales reduce los niveles de cortisol, la presión arterial, la frecuencia cardiaca y libera endorfinas haciéndonos sentir bien, sobre todo aumenta los niveles de oxitocina gracias a la cual se fortalece el vínculo. Lo puedes ver en esta revisión científica del Dr. en antrozoología Marcos Díaz Videla.
Sería una conducta aprendida por una asociación traducida en: “Si mami está nerviosa o triste y me tumbo cerca, se relaja”.
En ocasiones, puede que estés reforzando voluntaria o involuntariamente la conducta de tu perro porque te hace ilusión:
A priori, si tu embarazo transcurre con normalidad y tu perro es cuidadoso, tu tripa podría convertirse en una buena almohada para él. Si a ti no te molesta, disfruta de este momento junto a él.
Pero recuerda que en la mayoría de los casos, ha sido algo que se ha potenciado inconscientemente y no tiene mayor significado. El perro no puede asociar ese cambio físico del crecimiento de la tripa de embarazada con la llegada de un bebé.
Se cree que gracias a su alta capacidad auditiva, estando en contacto con la tripa, los perros podrían escuchar los latidos del corazón del bebé a partir de la mitad del embarazo. Lo que no debes pensar es que tu perro sabe qué es ese latido ni que pueda saber que hay un bebé dentro. Simplemente podrá escuchar un ruido nuevo dentro de tu vientre que antes no estaba.
Si comienzas a observar esta conducta te darás cuenta de que incluso le pueden llegar a incomodar los movimientos de la tripa cuando la gestación esté más avanzada, así que no le fuerces a quedarse.
Los perros exploran y conocen todo lo que tienen a su alrededor mediante la boca.
A través del lamido pueden “saborear el olor” y con mucha probabilidad tu tripa de embarazada estará cubierta de crema o aceite hidratante y tu perro puede querer eliminar ese olor de tu piel o simplemente saborearlo. Pero no le estará dando besitos al bebé que está dentro de tu vientre.
Puedes ampliar esta info en el post sobre qué significa que tu perro chupe al bebé y aplicar algunas de esas explicaciones a que lo haga con tu tripa.
Puedes ver el vídeo y ampliar esta info porque a veces, tiene trampa.
En ocasiones, los perros y gatos tienen comportamientos que no nos gustan en coincidencia con el embarazo.
En la mayoría de los casos, esos cambios son una respuesta de estrés derivada de todo lo que acontece alrededor del embarazo.
La mayoría de las familias tienden a pesar que los perros sienten celos del bebé antes de nacer o incluso ya quieren vengarse de ellos por concebir a una nueva vida con la que compartir su espacio.
Otros piensan que los cambios en su comportamiento tienen que ver con que el perro quiere mostrarse como el “macho Alpha dominante”, teoría obsoleta y absurda que para nada justifica lo que puede estar haciendo el perro.
Los perros no pueden sentir celos de un ser con el que aún no convive y no tienen la capacidad de sentir venganza.
La mayoría de las veces hay una explicación:
Sin embargo, cuando existen estos cambios y coinciden con esta etapa, muchísimas familias que lo justifican en que es por el embarazo, están dejando de ocuparse verdaderamente de solucionarlo, porque piensan que el embarazo pasará y desaparecerán estos problemas, pero no saben que:
Esto puede deberse a que te nota diferente y le asusta el cambio. También puede deberse a malas experiencias previas relacionadas con ese nuevo olor en ti. Sea cual sea el motivo, no debes enfrentarte a él ni castigar su comunicación ya que el gruñido es la antesala de una agresión en el caso de que no consiga su objetivo: cesar la interacción. Debes pedir ayuda con urgencia. Puedo ayudarte.
Los perros son seres sociales como nosotros y según su adn, temperamento y experiencias previas, hay perros con más predisposición a mostrar conductas de protección, ya bien sea por instinto o por aprendizaje. Lo peor de todo es que es una conducta que entraña mucho estrés para el perro y un desequilibrio emocional severo, ya que siente que lo que te rodea puede ponerte en peligro a ti o su relación contigo, por lo que no debes sentirte orgullosa ni reforzar esta conducta. Tienes que ayudarle a entender que en las circunstancias cotidianas en las que lo hace, ninguno de esos riesgos son reales. Necesitarás ayuda de un profesional ya que es probable que tenga mayor predisposición a hacer lo mismo con el futuro bebé cuando se arrimen a conocerlo o haya otros perros cerca, haciendo que la convivencia social que tenéis no sea segura.
Valido también para gatos que se hacen pis fuera del arenero cuando estás embarazada. En este caso, lo primero que tienes que hacer es acudir a tu veterinario y descartar cualquier patología subyacente que pueda estar provocando este comportamiento.
Tanto en perros como en gatos, patologías como cistitis, diabetes o cushing (las más frecuentes entre otras) pueden estar detrás de este fenómeno.
Sea por lo que sea, tu perro o gato no lo hace por venganza.
En otros casos, el estrés también puede provocar que tu perro o gato se orinen en lugares inadecuados.
Si se han bloqueado accesos a determinadas zonas de la casa, como suele ser la habitación del bebé o se han adquirido muebles nuevos, puede que se deba a una necesidad de marcar el territorio con su orina o de dejar su olor. En este caso, deberías de quedarte con que hay una alta sensibilidad a los cambios y necesita tu ayuda.
Del mismo modo, considerar que un cachorro podría tener un retroceso en el aprendizaje marcado por los cambios que han acontecido y un animal senior podría estar empezando a mostrar un deterioro cognitivo y/o físico que le llevase a hacerse pis en casa o lugares donde antes no lo hacía.
Cuatro de las pautas generales para este problema de comportamiento, además de las particulares de cada caso, serán:
La sensibilidad de algunos gatos es extraordinaria. Al igual que algunos se muestran más cariñosos y apegados, puede que tu gato sienta la necesidad de distanciarse porque tu olor ha cambiado. Dale su tiempo e intenta crear momentos predecibles de acercamientos con latitas ricas o juego con cañas, pero nunca le fuerces a estar contigo cogiéndole o acariciándole si no es él quien te pide los mimos.
Llegados a este punto, puede que estés pensando…”Pues el mío no hace nada de eso, ni bueno ni malo”.
¡No te preocupes! Es lo más normal.
Son muchísimas las mujeres que me han transmitido que sus perros o gatos no se enteraron del embarazo y no pasa nada.
A pesar de que tengan más capacidades sensoriales que los humanos, que tu perro o gato parezca no enterarse de nada durante tu embarazo es una buena señal porque indica que “nada ha cambiado” en vuestro día a día ni en su percepción hacia ti. Pero recuerda que el hecho de que su comportamiento no cambie, no significa que no perciba los cambios. Lo que ocurre es que como no implican ningún cambio en su vida, le dan igual.
En estos casos no debes de angustiarte porque creas que no le hará caso al bebé. Si tu perro no te hace especial caso desde que estás embarazada no tiene nada que ver con el tipo de relación que pueda desarrollar el día de mañana con tu bebé. Lo importante es que los cambios le afecten lo menos posible y que la llegada del bebé tenga el menor impacto negativo posible en su día a día.
Así que haya cambiado su comportamiento o no, te recomiendo preparar durante tu embarazo al perro para la llegada del bebé y que así podáis afrontar la llegada del bebé de la forma más adaptativa posible.
Me tienes a tu disposición para resolver tus dudas y ayudarte en este proceso de convertirte en Familia Multiespecie dentro de mi Academia Online con cursos y asesorías o de forma presencial en Madrid.
Ya sabes que nadie mejor que tú conoce a tu perro o gato. Con este post espero haberte podido aportar toda la información necesaria para ayudarte a interpretar y conocer mejor por qué hace determinados comportamientos.
Si quieres aprender mucho más sobre la convivencia del perro y el bebé durante los primeros meses de vida, puedes echarle un vistazo al curso de los Futura Familia Multiespecie, un curso especialmente pensado para hacerlo antes de la llegada del bebé, desde antes de la concepción hasta la semana 30 y así tener el tiempo necesario para preparar a tu perro y a tu familia para un futuro en la convivencia seguro y tranquilo.
Hoy leo y respondo a la carta de Irene y...
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