Creciendo entre Perros

Adoptar un perro con niños en casa: primeros días y cómo preparar a tu peque.

Todo lo que necesitas saber para preparar a tus hijos para la llegada del nuevo miembro de la familia.

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La llegada de un perro a casa es un evento que marca la vida de cualquier ser humano. Es uno de esos días que nunca olvidas. Y en la vida de tu hijo/a será un recuerdo imborrable.

Mi primer perro llegó a mi vida cuando tenía solo 6 añitos (foto justo aquí debajo) y ha marcado mi vida hasta el punto de estar escribiéndote estas líneas como educadora canina. Soy Tamara Hernán y soy especialista en la convivencia entre perros y niños. Mi especialidad es la Crianza Multiespecie, y ayudo a familias como la tuya a que esa relación entre perro y peque sea la mejor.

Si todavía no sabes qué perro vas a adoptar, no dejes de echar un vistazo a este post sobre cómo elegir el mejor perro para tus hijos.

Y si ya lo sabes, sólo queda prepararte para el gran día.

Una buena presentación y adaptación los primeros días te ayudará a que el resto de la convivencia sea más fácil.

También evitarás posibles sustos y miedos que se pueden desarrollar si no tienes en cuenta algunos aspectos importantes.

Adoptar un perro con niños en casa es uno de los recuerdos que más recordaréis en el futuro. ¡No dejes nada al azar!

¿Cuándo es el mejor momento para adoptar un perro con niños en casa?

Te voy a ser sincera:

Si tu vida ya es muy estresante y ocupada, un perro puede mejorar algunos aspectos emocionales, pero no va a «traer TIEMPO debajo de la pata».

Conozco muchas familias que han incorporado un perro a su familia en un momento de su vida que no era el mejor, y lo han sacado adelante, pero siempre coinciden en algo:

“Si supiera que el perro iba a pasar por esto, hubiera esperado
a un momento mejor en nuestra vida”.

Una vez aclarado esto, ¿en qué momento del año es mejor traer un perro a casa?

Aprovechar un periodo de vacaciones de 10/15 días es muy buena opción para poder supervisar y adaptaros juntos a esta nueva convivencia.

Si no es posible, utiliza un puente, un fin de semana largo, o algún momento del año en que estéis más tranquilos y podáis dedicarle todo el tiempo posible a la adaptación.

Cómo preparar a tu peque para la llegada del perro

Vamos a empezar a crear el ambiente perfecto para la llegada del nuevo miembro de la familia. Si tienes en cuenta estos aspectos, para tu hijo será una experiencia muy emocionante y la recordará con mucho cariño:

Como excepción a esto, recordarte que adoptar un perro con niños en casa menores de 2 años significará no tener tanta colaboración. En este caso lo más importante será una buena supervisión y adaptación una vez llegue el perro a casa.

Experiencia positiva previa

Lo ideal es que tu peque tenga contacto previo con algún perro de la familia o amigos. De esta forma podrás valorar su reacción y si es un buen momento para que empiece a convivir con un perro en su día a día.
Involúcrale en la preparación de la casa

Comprar los cuencos de la comida, el collar, los juguetes, elegir juntos dónde colocaréis su camita, etc.
Llévalo a conocerlo

Antes del día de la adopción, si es posible.
Explícale de dónde viene

Los niños entienden todo, solo hay que adaptar el lenguaje a cada edad.
Elegid juntos

El nombre que le pondréis
Juega con tu peque

A cambios de rol, dejándole ser el adulto, el perro y él mismo.
Inventa un cuento

Donde le cuentes cómo será la llegada, cómo interactuar con el perro o cualquier cosa que necesite entender antes de ese día.
Enséñale valores (ahora y siempre)

A través del juego que le ayuden a relacionarse en su día a día con su nuevo compañero de vida: empatía, respeto, amabilidad, responsabilidad…
Explícale

Las normas básicas de convivencia que quieras implementar

Para tener una guía respetuosa de Crianza Multiespecie y conseguir una buena relación entre ellos (sin pasar por situaciones incómodas) puedes preguntarme sobre el acompañamiento especializado en perros y niños.

Los 10 consejos que no te puedes saltar para los primeros días de tu perro en casa con niños

Educación bidireccional

Acompaña a tu peque a relacionarse con el perro ANTES de su llegada, y educa también al perro para que no haga daño a tu hijo/a sin darse cuenta.
No agobiar al perro

Sea cachorro o adulto es mejor no dar abrazos hasta que haya pasado un tiempo y conozcamos si le gustan o no.
Actuar de intermediario en las interacciones

Lo ideal es que estés entre tu perro y tu hija/o en cada interacción cercana. Aún no tienen suficiente confianza como para exponer a ambos a un riesgo así.
Respeta sus tiempos

No fuerces al perro ni a los niños a hacer nada que no quieran.
Asegura el descanso

Los perros necesitan dormir también durante el día y los primeros días más, ya que los cambios pueden producirles un estrés adaptativo que irá desapareciendo con el descanso adecuado.
Calma...y más calma

Lo más normal del mundo es que tus hijos corran, griten y salten. Por eso los primeros días vamos a planear actividades más calmadas como lectura, caricias, o juegos en el sitio (construcciones, cocinitas, etc) para evitar sobre estimular o asustar al perro.
Supervisión 100%

Estos días más que nunca deberás tener una presencia constante acompañando y guiando en todo el proceso.
Cuidado con los juguetes y las piezas pequeñas

Que no haya nada al alcance del perro que se pueda tragar. Sé que esto a veces es muy complicado (cuando pierdes la cuenta de las veces que has recogido los juguetes del suelo en un mismo día) y es un buen momento para pedirle a tu peque colaboración.
Reforzar

Hazle saber a tu perro lo que te gusta que haga de forma voluntaria. Los primeros días en casa no son los mejores para entrenar con él un montón de cosas a la vez. Tenéis que conoceros poco a poco. Una voz dulce y calmada puede ser una buena estrategia poco invasiva para reforzar esos primeros momentos.
Adelántate a los problemas

Con una buena formación previa a la llegada, entenderás mejor muchas situaciones y sabrás enfocarlas en base al respeto y en beneficio de la adaptación familiar.
Límites Adaptados

Con peques menores de 7 años puede ser complicado conseguir frenar el entusiasmo por su nuevo compañero, así que busca estrategias educativas respetuosas adaptadas a su cognición y capacidades. Poner límites no es malo. Se puede hacer de muchas formas, incluso a modo juego (como ves en la foto).